La creatividad es una capacidad innata de los seres humanos, no está determinada por un nivel intelectual o por años de estudio. Cualquier persona puede ser creativa o desarrollar la creatividad, ya que esta va de la mano con nuestra imaginación y gustos.
El desarrollo de la creatividad nos facilitará la vida en muchos aspectos, como en la toma de decisiones, el emprendimiento de un innovador negocio, la resolución de problemas y otros contextos en los que muchas veces, nos trancamos por la falta de imaginación para afrontar con ello.
En este sentido, el ser creativo no está restringido a la capacidad artística para la creación de un libro, de una pintura, una escultura o cualquier otra manifestación de arte. Por años se ha limitado este concepto a la capacidad de crear obras, pero como te resaltamos al principio, la personalidad creativa es parte de todos nosotros para poder afrontar la vida, creando las decisiones y respuestas convenientes.
Para dar una definición en concreto a este término, podemos resumirla como la capacidad de plantear nuevas ideas que puedan ayudarnos a resolver un problema o una situación. La creatividad nos permite formular nuevos planes que den cabida a la resolución.
Bajo esta definición, podríamos etiquetar a la creatividad y originalidad como una herramienta de poder que nos permitirá salir de cualquier problema. Claro que, a pesar que es una capacidad natural, lo cierto es que la formación y práctica cognitiva va a desarrollar aún más este sentido.
Características de las personas creativas
Si bien hay una certeza del funcionamiento y ventaja de la creatividad, aún no hay un concepto único sobre las características de una persona en proceso de creatividad, o al menos, un establecimiento de su personalidad y temperamento. Esta capacidad es sumamente compleja y en cada persona se manifiesta de un modo distinto.
No obstante, la psicología ha descubierto algunos comportamientos habituales que se asemejan entre las personas creativas:
- Son más curiosos y atentos al proceso de aprendizaje: su mente es mucho más activa y por ende, se muestran más deseosos a la adquisición de los nuevos conocimientos, independientemente de si estos les permitan sacar algún provecho económico.
- Analizan su entorno y son más atentos a los pequeños detalles: de esta manera, pueden romper los marcos establecidos e innovar con ideas. En lugar de adecuarse a lo que debe ser, prefieren preguntarse el porqué de las cosas y marcar sus propios planes.
- Tienen una mayor capacidad cognitiva: las personas creativas pueden discernir y almacenar gran cantidad de información visual, sonora y quinestésica. Todo este compendio les permite crear muy buenas ideas, a base de la combinación de cada aprendizaje.
- Son flexibles y empáticos: en la creatividad no existen límites ni restricciones, por lo tanto, las personas creativas están abiertas a cualquier otro plan, incluso si difiere con los suyos.
- Se desconcentran con facilidad: el tener una mente muy activa afecta en la concentración. La creatividad permite la elaboración constante de nuevos planes, por lo que al ser creativo se le dificulta concretar una idea principal.
Medidas de la creatividad
Con base a estas cualidades, la creatividad también puede medirse con base a ciertos aspectos que determinan el nivel de imaginación y autenticidad. Entre estas medidas, se toman en cuenta:
- Fluidez: elaboración constante de nuevas ideas y conceptos que pueden o no tener relación entre sí.
- Unicidad: percepción auténtica sobre el entorno y todos los elementos que lo conforman.
- Flexibilidad y adaptación: capacidad para adecuarse a las situaciones, formando nuevos planes y soluciones que permitan adaptarse al contexto.
- Materialización: medida en que se pueden concretar las nuevas ideas y la forma en que se finalizan.
- Abstracción: análisis descriptivo de todos los elementos que conforman a un proyecto.
- Síntesis: análisis explicativo que da cabida a la resolución de los problemas. Está ínfimamente relacionado con la concomitancia o redefinición, ya que se realiza el aporte de nuevos planteamientos.
- Sensibilidad: capacidad de ser perspicaz y notar los problemas en una situación o las emociones de los otros, no con el fin de perjudicar, sino de aportar soluciones. En este punto también se cuantifica la empatía.
- Concomitancia: comprensión de las ideas y capacidad de relacionarlo con otros temas para así, brindar nuevos conceptos.
Las fases de la creatividad
Así como sucede con todos los procesos naturales en la biodiversidad, la creatividad, que es una capacidad innata y por ende, propia de nuestra especie, pasa por diversas fases para obtener el resultado (plan, obra o idea). En este punto, el autor Graham Wallas se dedicó al estudio de las fases creativas en el libro El arte del pensamiento. Estas fases fueron contenidas en el modelo de Wallas:
- Preparación: conocimiento de un problema. Una vez que la persona es conciente del contexto, entra en un estado mental de preparación y alerta para explorar las diversas soluciones que pueden ejecutarse. En esta fase, la mente está activa y enfocada en la búsqueda de la resolución.
- Interiorización: la persona refleja el problema en su hemisferio derecho, conteniente de la inconciencia. Aquí se internaliza la problemática, pero no hay reacción alguna por parte del pensador, ya que es un proceso muy tenso donde el individuo tiene dudas sobre su capacidad para dar solvencia a la dificultad. Durante esta fase, pueden presentarse los bloqueos a la creatividad.
- Lucidez o iluminación: el ser creativo encuentra la solución o las soluciones al problema. Esta fase vence con todos los temores iniciales o de la fase de interiorización, por lo que las emociones vividas son de entusiasmo y adrenalina. No obstante, aquí aún no se han aplicado las ideas creadas.
- Verificación: en esta fase, la solución es analizada, verificada y aplicada. La idea puede ser efectiva o no, posteriormente, la persona decidirá si quiere continuar o postergar el plan. La tensión tampoco es ajena a esta etapa, ya que es un momento de toma de decisiones bajo presión.
Fases de Koestler
El filósofo húngaro Arthur Koestler concebía que el proceso creativo se conformaba por varias fases donde intervenían diversos dotes o capacidades intelectuales innatas. Así las denomina:
- Lógica: equivalente a la fase de preparación de Wallas. Aquí se concibe el problema y se recopilan los elementos que han dado cabida al mismo, para así, comenzar a buscar una solución.
- Intuitiva: equivalente a la fase de interiorización e iluminación. El ser creativo considera que debe reconsiderarse varias veces el problema para poder formular soluciones reales e inmediatas. En un proceso de maduración para el ser pensante ya que se descartan los elementos ineficaces para el problema, para así, encontrar la solución.
- Crítica: la persona ha analizado plenamente todos los elementos del problema y tiene una noción de la solución. Así mismo, puede proceder a definir los últimos toques de la misma para que sea totalmente eficaz.
Los 5 tipos de creatividad
Como hemos visto a lo largo del texto, la creatividad pasa por varias fases y la manifestación de esta capacidad puede divergir entre cada persona. Por ello, es válido que constatemos varios tipos de creatividad, que van de la mano con la personalidad creativa, punto que trataremos más adelante.
En este sentido, el profesor universitario de la Universidad de Michigan, Jeffrey Thomas DeGraff, diferencia entre 5 tipos de manifestación creativa.
Creatividad mimética
Corrientemente, la mimética o mímesis parte de la imitación de la naturaleza o de los actos de otros. No obstante, en la creatividad se concibe como la toma de ideas de otro para poder reformular las ideas y ampliar las soluciones de estas. En este tipo entra en juego la redefinición, abstracción y síntesis, ya que la persona creativa mimética analiza los elementos de ideas o conceptos concebidos para hacer un aporte por redefinición o concomitancia.
Creatividad bisociativa
El término bisociativo fue acuñado por el filósofo y novelista Arthur Koestler para referirse al momento “explosivo”, es decir, donde hay una fluidez de ideas, tanto racionales como intuitivas. Koestler llamaba a este proceso como “momentos Eureka”.
Creatividad analógica
La analogía ha sido la herramienta intelectual ejercida por diversos innovadores a lo largo de la historia. Esta se refiere a la comparación de situaciones u objetos para dar con una resolución independiente a esos contextos.
Creatividad narrativa
Se basa en la utilización del elemento narrativo para analizar los problemas y encontrar una solución, a partir de la deconstrucción del mismo. Se emplean los mismos elementos usados en la narrativa, como los personajes, acciones y contexto, organizando cada uno de manera cronológica.
Creatividad intuitiva
Es la más difícil de encontrar, pero a su vez, la más sencilla de dominar una vez que se ha despejado la mente. Requiere de un estado de concentración manejable o una “mente vacía” que permita originar ideas de manera natural.
¿Cómo puedo evolucionar mi creatividad?
La creatividad parte de la mente, por lo que, si se desea mejorar o evolucionar la personalidad creativa, es fundamental internarse en esta. Aprender a escuchar los pensamientos, relajarse, ser empático consigo mismo e incluso, abrir la mente hacia ideas que pudiesen parecer descabelladas, son algunas de las claves que podrán permitir, no mejorar, sino relucir ese ser creativo que todos llevamos.
Porque el concepto de la creatividad como capacidad innata debe ser interiorizado y convicto. La creatividad es una cualidad que todos llevamos, ya que parte del ingenio y de la imaginación. La raza humana se caracteriza, además de su diversidad aparente, también por su divergencia intelectual. Todos pensamos de manera distinta y eso es un punto a favor para poder sacar provecho de nuestra capacidad para crear nuevas ideas y planes.
No obstante, pese a que la creatividad se encuentra en cada persona, no puede eludirse el hecho de que esta puede no hacer presencia. De hecho, es verídico que la imaginación es explotada en muy pocas ocasiones y esto sucede porque la creatividad fluye, mas no se esfuerza. El proceso creativo no es mecánico ni sistemático, sino que surge en los momentos más inesperados, por ende, se desaprovecha su manifestación.
Si bien la creatividad surge de manera espontánea, hay algunas prácticas que pueden llevarse a cabo para que esa chispa creativa, o la musa de la inspiración, puedan manifestarse con más frecuencia. La condición de cada consejo es que la mente debe estar relajada y desocupada de la rutina, para dedicarse a la explosión de ideas.
Erradica los límites
Las buenas e innovadoras ideas pueden verse limitarse por la visión de los fracasos. Para que la creatividad surja, debe vencerse el miedo a las opiniones de terceros y a los posibles resultados, para así, poder dar continuidad a la nueva idea. Los límites o “peros” que interceptes entre esas nuevas ideas solo van a obstaculizar tu capacidad creativa.
Tampoco tengas miedo de llevar contigo alguna libreta y lápiz para anotar cualquier plan que se te venga a la mente. Muchos escritores cuentan como un secreto de su inspiración para escribir, el anotar cada párrafo, aforismo o verso pensado de manera inmediata. De este modo, pueden dejar para más adelante el mejorar esa idea o materializarla.
Lee artículos de los profesionales y crea
Las experiencias de los profesionales te serán útiles para poder aplicar las prácticas y consejos recomendados por estos. Además, leer sus ideas te pueden ayudar a crear y añadir nuevos conceptos. En este sentido, puedes abocarte a leer los libros de pensadores de la creatividad, acudir a foros o charlas, donde puedas compartir tus ideas con otros entusiastas del proceso creativo.
No te sobresatures y toma descansos
Muchas personas piensan que la presión y el trabajo en exceso darán rienda suelta a la creatividad y eficiencia, pero es todo lo contrario. Si bien hay personas que pueden trabajar de manera calmada bajo una situación de presión, lo cierto es que, por lo general, lo que puede suceder es que la persona se bloquee y se cierre a seguir creando o llegar a una solución.
Recuerda que la creatividad surge cuando la mente está en calma y libre de cualquier pensamiento que la vicie (emociones o estados de ánimo negativos), así que, en caso que te sientas sobresaturado y notes que tu capacidad creativa está limitada, mejor descansa. Tienes el día siguiente para resolverlo y pensar en paz. También puedes tomarte un pequeño descanso en el que puedas meditar o realizar alguna actividad que te calme.
Busca las razones
En lugar de ir en busca de la musa inspiracional, opta por encontrar algunos elementos que puedan motivarte a seguir y crear. Recuerda que la inspiración surge sin presiones, pero puedes ayudar a iniciar el proceso creativo con algunos estímulos que te permitan relucir esas ideas que necesitan de fundamento y contexto.
El descubrimiento de elementos motivadores será propicio para que también te descubras a ti mismo.
Únete a un círculo social inspirador
No hay dudas en que las emociones y vibras son contagiosas. Por ello, si quieres fomentar tu creatividad o establecer tu personalidad creativa, es fundamental que tu círculo social esté lleno de estos seres que irradian buenas ideas y planes, o en su defecto, que te juntes con quienes estén interesados en evolucionar su personalidad creativa.
De este modo, puedes compartir ideas y conocer las de otros, lo que te ayudará a abrir tu mente e inspirarte con más rapidez y facilidad. Además, la unión de personas creativas o con mente activa puede dar cabida a grandes proyectos.
Como hemos resaltado, la creatividad es parte de las facultades mentales de los seres humanos, por lo tanto, es posible desarrollarla, mejorarla, valerse de esta y ponerla en práctica para que poco, cada idea o solución surjan de manera intuitiva. Eso sí, el camino de la creatividad requiere de mucha constancia, estudio y comprensión, para así abrir la mente a distintos pensamientos.
La personalidad creativa
La manifestación de la creatividad en los seres humanos es compleja y la cantidad de estudios enfocados a la determinación del comportamiento creativo es muy vasta. En este sentido, no podría determinarse una personalidad creativa, pero sí hay indicios basados en la generalidad.
Por años se ha limitado el uso de la creatividad a los artistas, especialmente, a los más alejados de la sociedad, los más irreverentes al status quo, a lo establecido y caracterizados por su peculiar manera de ver cada elemento. Estas cualidades han permitido definir un comportamiento inicial de quienes manifiestan con mayor frecuencia y pasión su sentido creativo.
La personalidad creativa es muy introvertida, pero en el ámbito social, porque lo cierto es que quienes cuentan con un latente sentido creativo, son capaces de manifestar sus emociones fácilmente, a través de cualquiera de los métodos de desahogo creativo que usen. Por lo general, no tienen prejuicios, ya que no son interesados en los demás, sino que su capacidad de aceptación les permite abrir su pensamiento a la diversidad. Claro que, este último punto solo parte de un estudio reciente.
Además, para poder dar rienda suelta a la creatividad, la persona requiere de un tiempo a solas. Sus ratos sociales son empleados netamente para enriquecerse y obtener más ideas a las que sacar un provecho.
Actualmente, se han establecido 2 tipos de personalidades creativas: artística y científica. Ambas difieren en la mayoría de sus rasgos y tienen bases fundamentales distintas.
Fundamentos de la personalidad creativa
Como te mencionamos, la personalidad creativa puede manifestarse de manera científica o artística. A pesar de tener métodos distintos para manifestar su sentir creativo, estos se vinculan en un punto: son muy sensibles y el fracaso de sus planes puede desencadenar en graves problemas mentales.
Si bien hay artistas y científicos capaces de mantener la calma y optar por el camino de la racionalidad en esas situaciones de decepción y fracaso, debido a la hipersensibilidad de la personalidad creativa, la medida general es que caigan en una profunda crisis, ya sea con ansiedad o depresión.
Tomando en cuenta ambos tipos de personalidad, los eruditos de la capacidad innata establecen 4 fundamentos de la personalidad creativa, es decir, los elementos que pueden originarla:
- La búsqueda de ese “algo”: para dar rienda suelta a la personalidad creativa, debe encontrarse el elemento, ya sea un objeto o tema, que active las zonas cerebrales encargadas del proceso creativo. Lo ideal es que ese elemento electo represente la autorealización.
- Pasión: es el elemento que va a impulsar al ser creativo a avanzar en la búsqueda de su creación o idea.
- Constancia: hemos hechos énfasis en la importancia de la perseverancia y seguridad a la hora de emprender una nueva idea o plan. El ser creativo debe enfocarse netamente en lo que desea realizar, independientemente de los ratos de desconcentración que presente. Tener perseverancia y control va a permitir el alcance de la retroalimentación.
- Dejar el miedo: básicamente, el ser creativo debe ser riesgoso y decidido a alejarse de su zona de confort.
Las restricciones de la creatividad
Pese a que la creatividad es una facultad que todos tenemos de manera natural, es incuestionable que en algún momento esta parezca no estar presente. Como hemos resaltado, los elementos motivadores o inspiracionales suelen aparecer de manera difusa, pero esto no se debe a una incapacidad de pensar y crear, sino que estamos viciados por los bloqueos de la creatividad.
La cotidianidad tiende a restringirnos de un pensamiento creativo. Esto puede deberse a un racionalismo extremo o la ausencia de elementos motivadores.
No obstante, así como se puede mejorar y evolucionar la creatividad, también se pueden vencer esos momentos en los que nuestra mente no puede visualizar más allá de lo convencional y lo establecido.
Para esto, debemos conocer primero cuáles son las razones por las que nos bloqueamos ante la musa creativa:
- Frustración: el sobreesfuerzo y la sobresaturación para obtener resultados solo finaliza en la obsesión y a su vez, en la baja estima. Esto puede deberse al afán de querer obtener todo en poco tiempo.
- Comparación: hay una distinción entre inspirarse por medio de otros y compararse con los demás. En la comparación solo vas a exigirte por una vía que probablemente no sea adecuada para tu personalidad o modo de trabajo. Lo ideal es progresar a un ritmo propio y no al de otros.
- Racionalismo extremo: si bien nuestra mente debe tener un enfoque, pensar en solo en lo que debe ser o la cotidianidad va a inhibirnos de ideas novedosas que cambien algo en nuestra rutina o en la de los demás.
Naturaleza de las restricciones a la creatividad
La mayoría de los bloqueos creativos se presentan por experiencias del pasado que han repercutido en nuestra personalidad. Estas vivencias han desencadenado pensamientos que nos limitan, de alguna u otra manera, el fluir de la personalidad creativa. Estos desencadenantes pueden ser:
- Emocionales: se enfoca en el ámbito personal y en la percepción que tenemos de nosotros mismos. Los bloqueos emocionales pueden deberse por el temor a quedar en ridículo ante otros o al qué pensará nuestro círculo social.
- Culturales: se refiere a las limitaciones que nos imponemos por costumbres o convencionalismos sociales. Esta restricción se observa continuamente en comunidades que dogmatizan (religión, ideología, etcétera).
- Perceptivos: falta de elementos motivadores que permitan observar la vida de un modo distinto al que se ha impuesto desde la infancia.
¿Cómo vencer los bloqueos de la creatividad?
Vencer esos pensamientos que bloquean la personalidad creativa puede resultar algo complejo, sobre todo porque no hay un método único para dar contra esos elementos que nos limitan en el flujo de las buenas ideas. No obstante, hay algunas técnicas o prácticas que pueden aplicarse, para así, poco a poco ir lidiando contra esos tormentos del pasado que limitan el ser creativo.
Entre estas maneras, puedes aplicar:
Amplía tu percepción
Seguro has escuchado la frase “mente cerrada”, esto se refiere a la persona que se niega a cambiar su percepción sobre algunos temas o a la vida en general. Quienes se encuentran en un estado de mente cerrada son propensos a llevar una vida muy objetiva, sin experimentar nuevas vivencias o a disfrutar de los momentos más simples.
El tener una mente cerrada limita a la generación de ideas útiles para resolver un problema. Solo con abrirse a nuevas opiniones, nuevos modos y pensamientos que contradigan a lo que aceptamos, podremos expandir nuestra mente para formular obras creativas y novedosas.
No olvides tu libreta de notas
Lo mencionamos con anterioridad y lo volvemos a resaltar por su importancia. Contar con un pequeño cuaderno en el que anotes cualquier idea que se te venga a la mente, te podrá ser útil para no dejar escapar esos pensamientos que pueden serte de utilidad en algún futuro.
En los artistas es común la realización de bosquejos, mientras que en los escritores, la anotación de párrafos o versos. Escribir, ilustrar o maquetar esas ideas te servirá para desarrollarlas con más calma.
Meditación
Los estudiosos de la personalidad y desarrollo de la creatividad han establecido que la meditación es una herramienta infalible para despejarnos de los pensamientos que inhiben a nuestro ser creativo. Además de mejorar y evolucionar a la capacidad de innovar y reinventar, también permite alejar aquellos hábitos mentales que bloquean a la creación.
La meditación puede realizarse cada día y dedicarle un corto tiempo de solo 7 a 10 minutos. En este sentido, no es necesario que debas invertir más de media hora.
Para su práctica, puedes sentarte en un espacio cómodo y sin ningún tipo de ruido, pero si es de tu comodidad, puedes colocar alguna melodía que te relaje. La meditación es, básicamente, despejar o vaciar la mente de los pensamientos impuestos y solo dejar fluir.
Al final te podrás sentir mucho más relajado. Permitir que los pensamientos fluyan, sin alguna intervención de tu parte por forzarlos, te ayudará a desarrollar ideas novedosas e incluso, que están fuera de tu zona de confort.
Compartir experiencias con otros
No basta con que pases tiempo contigo mismo para relajarte y crear. Las nuevas ideas pueden surgir gracias al compartir con otros. De hecho, durante un episodio de bloque creativo, la compañía de un círculo social motivador te ayudará a lidiar con esa restricción.
Como lo habíamos sugerido, hablar con otros seres creativos es un elemento motivador que te ayudará a ampliar tu mente, aunque durante un bloqueo creativo es probable que te sientas irritado y reacio a tomar en cuenta las ideas de terceros.
Respeta tu sueño
Los bloqueos creativos son muy comunes cuando no se ha realizado un descanso correspondiente. Esto nos encaja en un cuadro de estrés y frustración que puede ser perjudicial para el desarrollo de la personalidad creativa. Procura descansar el tiempo debido para despertar con una vibra distinta.
Relación con la inteligencia
En principio, la creatividad y la inteligencia no tienen una estrecha relación, dado que se desarrollan en hemisferios distintos del cerebro. No obstante, según estudios, se ha demostrado que quienes cuentan con un coeficiente intelectual elevado, resultan ser mucho más creativos.
Sin embargo, ese tipo de inteligencia útil para generar ideas creativas, no es la misma que se emplea para resolver operaciones matemáticas de gran complejidad, o para estudiar física cuántica. La inteligencia provechosa para la creatividad es aquella que permite la amplitud del pensamiento a varias fuentes de información, a la inteligencia analítica y comprensiva. De hecho, como resaltábamos anteriormente, el ser demasiado racional podría limitar a la personalidad creativa.
Respecto a la población que cuenta con un mayor índice de capacidad creativa e inteligencia, las estadísticas han develado que los zurdos son mucho más creativos, debido al uso del hemisferio derecho, zona donde reside la inteligencia creativa y por ende, más sensibilidad.
Creatividad colectiva
Dado que la creatividad se manifiesta en cada ser humano, el hecho de una creatividad colectiva es verídico. Los individuos pueden ser creativos uniéndose entre sí para obtener resultados favoreces para sí mismos o para un grupo social en específico.
Sobre este punto, hay diferentes maneras de manifestar la creatividad colectiva o colaborar a través de la creatividad. Estas se resumen en:
Trabajo en equipo
Se basa en la intervención de 2 o más personas en la elaboración de una idea o un proyecto. Estos valores agregados son tomados de igual manera, es decir, una idea no prevalece sobre la otra. Los aportes de estas personas agregan un plus a ese plan. En este sentido, cada idea individual unifica la solución, convirtiéndose estas en interdependientes.
Un ejemplo convencional de la creatividad colectiva a partir del trabajo conjunto, es la creación de libros, generalmente educativos. Estos contienen a los autores que han aportado un valor al material, sin que uno resalte sobre otro.
Trabajo colectivo
En este caso, las personas involucradas también realizan un aporte al proyecto, pero cada uno se toma los derechos de sus pensamientos e ideas. Los aportes realizados pueden ser usados por el respectivo creador para un material individual o para obtener ganancia de ello.
Un ejemplo de este tipo de creatividad colectiva, se observa en los periódicos. En cada nota o columna se visualiza el nombre de quien ha escrito la redacción y este autor puede utilizar su material en otra plataforma.
Trabajo derivativo
En este tipo de creatividad colectiva resalta la redefinición, ya que las personas involucradas en el proyecto van a realizar, en igual medida, un análisis y síntesis de algo que ha sido creado, con el objetivo de repotenciar los valores de ese proyecto. Un ejemplo de este tipo se observa en las nuevas ediciones de un libro o en la remasterización de una película.
Un estudio biológico de la creatividad
Durante años se ha pensado que el momento de la creatividad reside en zonas exclusivas del cerebro. No obstante, gracias al avance de la medicina en el campo neurológico, se ha descubierto que las reacciones del cerebro, una vez que se encuentra en el proceso o en alguna de las fases creativas, residen en las mismas zonas de la emoción. Por ejemplo, cuando una persona está escuchando música clásica, la cual activa varias zonas del cerebro por la diversidad de instrumentos y líneas melódicas.
Además, también se ha descubierto que cuando una de las áreas del cerebro está afectada, las funciones de esa zona son tomadas por otra. Esto verifica la premisa de que todos los seres humanos son capaces de ser creativos, pues la creatividad se desarrolla alrededor de todo nuestro sistema nervioso.
Para abordar el funcionamiento de la creatividad desde un punto de vista biológico, hemos de distinguir entre los 2 hemisferios que conforman al cerebro: el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho. La actuación de estos 2 depende de las acciones realizadas y del medio utilizado. En el caso del hemisferio izquierdo, los estímulos empleados para la creatividad y otras actividades, emplean la secuencia lineal.
Por otro lado, quienes cuentan con un hemisferio derecho dominante, emplean la simultaneidad visual como medio para el aprendizaje y para la creación.
La diferencia de cada modo reside en el abordaje de las actividades. La secuencia lineal observa cada elemento uno por uno, mientras que la simultaneidad observa todos los elementos y trata de analizarlos de manera paralela.
¿Cómo se manifiesta la creatividad en nuestro sistema nervioso?
Bajo el mismo orden de ideas del capítulo en cuestión, la creatividad puede manifestarse bajo diversos mecanismos, dependiendo del hemisferio dominante en la persona. Los diestros suelen contar con un hemisferio izquierdo dominante, por lo que su método se basa en la determinación individual de cada elemento (secuencia lineal). Esta zona del cerebro es empleada mayormente en las actividades intelectuales o de aprendizaje, como la escritura, el pensamiento matemático y cálculo.
Por otro lado, el hemisferio derecho, área dominante en los zurdos, es conocida como la zona del ser creativo, dado que la información se procesa bajo la simultaneidad visual. Este abordaje informativo permite analizar diversos elementos a la vez.
Como habíamos destacado anteriormente, una de las características de las personas creativas es que mantienen con dificultad la concentración. La simultaneidad visual no se basa en el análisis individual, sino en tomar todo en una sola operación. De este modo, se considera que los zurdos tienen una mayor capacidad creativa, pues su mente está activa y atenta a todos los elementos de un todo.
Adicionalmente, durante el proceso creativo son estimulados varios nervios del sistema nervioso, como lo es la región del córtex en el lóbulo frontal. Esta zona está vinculada con otras actividades y emociones (sueño, estado de ánimo, depresión).
Actualmente, los estudios plenos sobre cómo funciona nuestro cerebro durante las fases creativas están ausentes. Pero la información obtenida hasta ahora, nos permite confirmar que la creatividad surge de manera espontánea y natural y por supuesto, puede ponerse en práctica bajo el medio de aprendizaje correspondiente al hemisferio dominante.
La creatividad empresarial
Antiguamente, en las fuertes jornadas laborales se tendía a limitar las nuevas ideas de los empleados, solo por seguir lo establecido por un mando superior. Con el paso de los años y con el advenimiento de las leyes que protegen a los trabajadores, además de la nueva modalidad empresarial (emprendimiento de carácter colectivo) se ha dado mayor relevancia a lo que cada persona que conforma a la empresa opina.
De este modo, la creatividad es un elemento indispensable a la hora de incursionar un nuevo negocio o de finiquitarlo. Las empresas no estarían hoy constituidas de no ser por la creatividad de los fundadores y a su vez, del equipo de trabajo. Muchos ejemplos se evidencian en grandes marcas como Nike, Adidas, Xiaomi y demás compañías que han construido un amplio patrimonio y una extensa gama de artículos. Esto se debe al ingenio y creatividad de todos los que conforman al personal creativo.
La creatividad empresarial surge de la misma manera que la creatividad personal o en otro ambiente. Esta no puede forzarse, sino que deben cumplirse las mismas condiciones (tratadas en el capítulo ¿Cómo puedo evolucionar mi creatividad?) para que la musa inspiracional que tanto hemos destacado, puedo surgir.
La particularidad del medio empresarial es que muchas de las actividades o tareas se realizan bajo presión, ya que la toma de decisiones a última hora es frecuente. En este sentido, es fundamental el entrenamiento mental para el despeje de los pensamientos y así, dilucidar cada idea hasta formar la mejor alternativa de resolución.